sábado, 9 de setembro de 2017

CÓMO ESCRIBIR UN CORREO ELECTRÓNICO FORMAL


Te mostramos cómo planificar la redacción 
de un correo electrónico formal




En el siguiente artículo veremos cómo escribir un correo profesional en un contexto formal y damos algunos consejos para tener en cuenta a la hora de planificar su elaboración.


1. Asunto

El asunto es el título del correo electrónico. Debe ser concreto (no más de treinta o cuarenta caracteres) e ir directo al punto. Es importante que se destaque lo verdaderamente relevante, procurando expresar mucho en poco espacio para que el receptor pueda identificar rápidamente el interés y la importancia del tema.


2. Introducción / encabezamiento

Si no tenés confianza con la persona que será destinataria del correo, comenzá el encabezamiento o saludo inicial de la manera más formal posible. Por ejemplo, llámalo por su apellido. Si por el contrario conocés bien a la persona no hay problema en dirigirse por el nombre. Si bien muchos creen que el correo electrónico se presta para una mayor informalidad, es importante no perder de vista que el comienzo de un correo cumple ciertas funciones, como asegurarle al destinatario que el mensaje va dirigido a él, y por otro lado hacer que la comunicación sea menos distante.


3. Cuerpo del correo

Dependiendo de si escribe a nombre de la empresa o de manera personal y del número de destinatarios que formen parte de ese correo, se decidirá el tono y estilo del mensaje.

En esta parte del correo es importante comenzar mencionando cuál es la información que el destinatario debe saber. Para lograr esto es importante que antes de escribir tengamos claro qué queremos obtener con el envío del correo y cuál es nuestra posición. Hay que tener cuidado no abrir muchos frentes temáticos e intentar ser precisos.

A la hora de escribir es mejor intentar con oraciones breves y párrafos cortos. En lo posible procurar escribir correos breves, que no superen las cien líneas.


4. Final/Cierre

El correo electrónico tiene una despedida menos protocolar que la carta formal. Será suficiente poner: “Saludos”, “Cordialmente”, “Saludos cordiales” o “Atentamente”, para luego colocar nuestra firma, que incluirá nuestro nombre y nuestra información de contacto, para que la persona pueda optar por distintas alternativas en caso de que quiera contactarnos.




sexta-feira, 8 de setembro de 2017

LLEVA TILDE


A la hora de escribir una palabra en español, a veces tenemos dudas sobre su ortografía, especialmente para saber si lleva o no tilde.

En LlevaTilde.es puedes analizar las reglas de acentuación gráfica y separación de sílabas de palabras, estén o no en el diccionario.




O SEA... TÚ ME ENTIENDES ¿NO?


O sea… tú me entiendes ¿no?




Qué fácil nos resulta escuchar en estos tiempos, particularmente en los jóvenes, expresiones como: “Bueno… me entiendes, ¿verdad?… sí… ¿no cierto?”. Y es que en la actualidad notamos que cada vez con mayor frecuencia los hablantes recurren constantemente a las llamadas muletillas o “latiguillos” (término dado por José Martínez de Sousa, 2001; 120).

Se trata de expresiones como “bueno”, “estee”, “ehh”, “o sea”, “sea”, “quiero decir”, “¿entiendes?”, “vale” (muy usado en España), “¿no?”, “¿no cierto?” o el error o la deformación ortográfica “¿nocierto?” (que quiere decir “¿no es cierto que?”), “¿verdad?”, “quiero decir”, “para nada”, “como muy”, etc., que se repiten constantemente en la conversación y en ciertos medios de comunicación social tanto en el habla como en la escritura y, en algunos casos, dificultan la comunicación. Están rigurosamente prohibidas en la redacción del trabajo científico o técnico.

Los estudios del discurso y la conversación son quienes han prestado atención a este tema y los consideran no solo recursos “de relleno” cuando el hablante los utiliza para ordenar su mensaje o como simple manía, sino elementos que resultan importantes en la construcción del significado y, además, al insertarse en la cadena hablada, la conversación se transforma tanto en una unidad de análisis social como lingüística.

Bien utilizadas, estas palabras se conocen como marcadores textuales o discursivos de la lengua. Se trata de recursos que facilitan la cohesión textual y tienen como función marcar relaciones que exceden los límites de la sintaxis oracional, es decir, son partículas que expresan conexiones mentales que van más allá de la oración.

Pero, ocupémonos exclusivamente del marcador “o sea”. Esta palabra es propia del coloquio o del español informal y reemplaza al marcador “esto es”, más vinculado al registro escrito y formal del idioma.

Lingüísticamente hablando pertenece al tipo explicativo que introduce una aclaración de todo un texto o de una parte de lo dicho anteriormente: “Esteban visitó este verano Punta Sal y Zorritos; o sea, visitó Tumbes”. Esta aclaración puede tener carácter de precisión: “Todos los asistentes almorzaron en la oficina, o sea, treinta personas”; rectificación: “Regresó ayer, o sea, hoy”; eufemismo: “Mario es guardián de la fábrica, o sea, administrador” o conclusión: “Varios regresaron temprano de la fiesta; o sea, que estuvo aburrida”.

La forma “o sea” hereda, en parte, el valor de las conjunciones latinas sive y vel, con el significado de ‘o lo que es lo mismo’ y ‘o si se quiere’. Ya desde el siglo XVIII encontramos usos de esta expresión con sentido de explicación o reformulación. Por ejemplo, en “La Poética”, obra de Ignacio de Luzán, escritor y crítico español nacido en 1702, se leía: “…es también regla general indubitable, y a mi parecer muy necesaria, que el medio término, o sea, el objeto del cual se toma la comparación, sea más claro y más conocido que el objeto comparado”.

Pero es cierto que “o sea” puede funcionar como un tic en algunos hablantes inmaduros y como un estereotipo en otros, cuando se les utiliza como recursos de relleno: “O sea, lo que quiero decir… es… o sea… tú me entiendes ¿no?”, sin embargo, y como hemos visto, rige en la lengua desde hace mucho y no es que su uso sea inadecuado, sino que, en circunstancias explicativas, aclaratorias, rectificativas, conclusivas, repetitivas, etc., y aquellas circunstancias que impliquen evidencia, su uso puede ser necesario.

Por lo tanto, amigo lector, “o sea” como marcador reformulador, debe manifestar el control del hablante permitiéndole volver sobre la expresión anterior para presentarla de otra forma dando pase a mayor claridad en la expresión.


Fabiola Bereche Álvarez

(Fuente: http://udep.edu.pe/castellanoactual/o-sea-tu-me-entiendes-no/)